¡PORTUGAL! ¡PORTUGAL!

Nunca me gustó viajar... Es decir, me encanta irme de vacaciones, conocer lugares distintos y gente diferente y, creo, que las vacaciones son únicas y perfectas así sean en Mar Chiquita. Pero el "viaje", esas horas sobre uno o varios transportes hasta llegar a tu lugar de destino, lo detesto. La espera, el cansancio, la incomodidad (actualmente sumarle, a veces, migraciones europeas)... no, realmente, no me gusta. Todo sea por disfrutar de lo que viene después.

En el Aeropuerto de Ezeiza (Argentina) la pasamos fatal. En vez de pasar por la típica situación turística de despacho las maletas y me voy a perder el tiempo en el Duty Free Shop, nos la tuvimos que pasar corriendo por el aeropuerto. Y no porque llegáramos tarde, no. Sino porque algún veterinario aduanero del Senasa tenía que firmar los papeles de nuestro perro, que viajaba con nosotros y nada, que estaban ocupados, que más tarde, que vaya al otro edificio, que vuelva, qué no sé qué. Qué pierdo el vueloooooooooo, idiota!!!!! A ver... Por suerte, la compañía aérea TAM (que yo sigo insistiendo en que es una de las mejores) se hizo cargo de la situación y logró que el Senasa hiciera su trabajo.

Luego de TAM pasamos a TAP para llegar a Portugal. También una buena compañía, una mezcla de TAM con Lufthansa (digo, cubiertos de verdad y buena atención).

Con el perro veníamos un poco asustados... todo el tiempo chequeando la temperatura y pensando, que el perro se está muriendo de frío, que la debe estar pasando muy mal, que ojalá no le haya hecho mal el sedante, que si al menos le darían agua en su parada en Sao Paolo... un mar de dudas. Hasta teníamos dudas de su entrada a Europa porque España exige que los papeles del perro sean controlados y sellados por el consulado correspondiente, pero nada... que entrábamos por Portugal y que no hubo problema.

Y a mí, en migraciones, como a una lady... como debe ser, vamos! Era prácticamente la única argentina, si no era la única. Primero buenos días, pasaporte. La siguiente pregunta fue si residía en España, dije que no, que vivía en Argentina. Me preguntó si venía por vacaciones o trabajo. Vacaciones. ¿Y se queda sólo en Portugal? No, tengo 7 días en Santiago de Compostela y los 14 restantes en Oporto. Muy bien. Selló el pasaporte y a retirar la maleta! Conclusión: no me pidieron nada: el único documento que mostré fue mi pasaporte, ni boleto de vuelta, ni reserva de hotel. Nada de nada. (Imagino que a los portugueses, les preocupan más los brasileros que nosotros... pero la verdad, es que yo vi como mucha gente entraba sin problemas, sin mostrar mucho papel ni nada). Que te creen, en definitiva.

Y ya estoy en casa... (bueno, en casa de mis suegris... pero me siento como en casa, más que cómoda) con mi amor y mi hijo-perro... así que feliz. ¡Felicísima! =)

Gracias por los buenos deseos... iré haciendo mi mejor esfuerzo por seguir respondiendo todos sus mensajes... que hasta mayo estoy de vacaciones!