Ya llegó abril... ya casi, prácticamente, llegó el día en que nos vamos y todo se convirtió en un caos de cosas, cajas y papeles; trámites que nunca se terminan y cajas que no se llenan solas.
Y necesito decirlo: odio las mudanzas. Nunca sé por dónde empezar ni qué desechar... nunca.
Me he pasado horas mirando mis cosas para ver si se acomodan solas... y nada. Y una vez que el ánimo alcanza lo suficiente como para empezar a ordenar y guardar, encima decidir qué hacer, en qué caja poner, qué cosas devolver a quién y cuándo. Y como si todo eso fuera poco, traer de vuelta al presente el pasado y catalogar las cosas en "vale la pena" y "va a la basura". Lo odio.
Y los trámites... Detesto los trámites, las colas, las esperas, caminar durante horas de un lado a otro y no terminar jamás. Horas de llenar papeles, contestar preguntas y hacer fotocopias. Es agobiante y es como entrar al mundo de nunca acabar... hoy presentás los papeles, mañana pagás en el banco, pasado los vas a buscar y así sucesivamente.
Basta... quiero empezar mis vacaciones YA!!!
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