miércoles, 29 de septiembre de 2010

El lado más triste de una crisis...

Barcelona, el día de hoy.

Hoy hay huelga general en toda España. Y las imágenes que emiten por televisión son tan pero tan tristes para mí que simplemente tuve que dejar de verlas. No voy a ponerme a debatir cuán justas o no son las decisiones del gobierno y ZP ni tampoco quiero hablar sobre el derecho a ser escuchados y el derecho a organizar y participar de una huelga porque no lo niego, el derecho existe. El problema es que el derecho existe para todos... para aquellos que participan y para aquellos que no lo hacen. Lo triste es que a veces olvidamos los derechos del que tenemos al lado... a veces olvidamos cuánto podemos joder a otro ciudadano con tantos derechos como uno. Y entonces, no sé porqué ni por dónde, vemos como "aquellos que ejercieron su derecho a hacer huelga" prenden fuego, por ejemplo, el coche de un ciudadano. No el de la policía como en la foto, sino el de un ciudadano, otro ciudadano (como el primero) que seguramente se rompió el culo en el trabajo para poder pagarlo o, peor aún, que no terminó de pagar.

Yo nací en el país de los piquetes, en el país de la crisis casi constante. En un país, al que amo, pero en el que cuando nos tocan el culo (como hoy hace ZP) nos cagamos en el que tenemos al lado. Estamos "habituados" a los sindicatos, los piquetes, los trabajadores descontentos, el olor a goma quemada y la policía montada. Al menos, el tiempo (aunque ya no es de todos, todos los días) hizo que nos habituáramos. Pero la verdad es que es tristísimo y doloroso. De hecho, nosotros tuvimos momentos mucho más triste como país... tuvimos un presidente que huyó del gobierno en helicóptero, tuvimos una ciudad entera que se sentó en plaza de congreso para mostrar sus descontento, tuvimos cacerolazos, miles de cacerolazos que, al menos por un rato, mostraron que las manifestaciones pueden ser pacíficas y pueden ser de un pueblo entero, al 100 por 100. Pero al final, nunca entendí porqué, todo se desmadra y surge la violencia, el maltrato de unos con otros, cuando al fin y al cabo, estamos todos en el mismo bando. Pero hay un punto, uno crítico, en que tu hermano se convierte en enemigo y algo nos hace creer que él también tiene que pagar por el gobierno, que da igual si pierde su coche o si rompen su tienda.

El lado más triste de una crisis es que, en vez de solidarizarnos y hacer algo que nos saque adelante, lo único que hacemos es odiarnos unos a los otros.

Y a pesar de que creo que las realidades son propias y no pueden compararse. También tengo que decir que los españoles todavía no saben lo que es un gobierno al que le importa cualquier cosa menos el pueblo. La situación es complicada, sí... pero podría ser peor. Y eso es lo más triste de todo. Desde que llegué no hacen más que hablar de la dimisión de ZP, que es hora, que para cuándo. Ojalá no suceda, ojalá no porque ese día la crisis va a calar hondo en serio.


2 comentarios:

  1. hola soy yo de nuevo, mre recuerdas? mariana, la venezolana enamorada d una española y d españa :) pues nada que siempre me paso, pero como lo hago desde el movil no se me hace facil comentarte, q sepas q sigo leyendote nena! yo bueno, con las mismas ansias de todos los dis por hacer el viaje q planeo sera el viaje de mi vida,es tonto aun me quedan un par de años para acabar la carrera en la U aqi, pero bueno ahi vamos, mi madre averiguandome lo de la visa.. y pues eso! un besito, espero seguirte leyendo!

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  2. Besos para ti, Mariana =)

    Gracias por leerme!

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