Viernes, 8.40 am
Mi familia (es decir, mis papás y yo, porque sólo somos tres) siempre fue una familia "casi" convencional (como todas las familias) hasta que un día dejó de serlo.
Mi mamá es depresiva, manipuladora y bastante egoísta (siempre lo fue, antes en menor medida, pero siempre lo fue) y mi papá siempre fue como un chico grande que un día la dejó por una chica más chica que yo... y se empezó a gestar la bomba.
Ahora, somos una familia "muy" poco convencional... porque jugamos a que está todo bien cuando está todo mal, vivimos separados (en tres casas distintas) pero nos cuidamos como si viviésemos juntos y hablamos todos los días. Y siempre que llega la paz, una vez más, mi mamá inicia la tormenta de nuevo. Afirma que no puede vivir sin nosotros pero no hace más que generar situaciones que te alejan kilómetros y te aterran hasta los huesos.
Desde hace muchos meses, desde que se quiso suicidar, vivo con pánico a perderla. Si llamo por teléfono y no contesta, creo que está muerta. Si toco timbre y no está, creo que está muerta. Durante días y más días, que ya parecen años, me convencí de que cada día era "el día" en que la iba a encontrar desangrada en la bañera. Y cada vez que esa sensación casi se escapa de mi vida, ella otra vez la genera. Es como si fuera automático, cuando la cosa "parece" normalizarse ella...
Viernes, 9.16 am
De repente, miro la hora y caigo en la cuenta de que hay que salir de raje para el curso de "Diseño de personajes", el texto queda incompleto (lo seguiré después).
Me subo al auto y hago el recorrido hasta el taller de Lucila (la profe) mientras no hago más que pensar en lo que escribí, en esa maravillosa forma que tengo de convertir al desahogo en público porque sino no es desahogo absoluto, sólo es una pequeña parte :/
Llego a clase y empiezo a gestar, a gestar "fetitos" (como dice Lu), mis futuros bebés de grafito. Me conecto con otra cosa, con la vida, esa que está afuera... esperando. Y me olvido del mundo.
Viernes, 13 hs
Termino la clase, feliz conmigo misma y me subo de nuevo al auto. Para acabar entendiendo que lo que escribí hoy ya no importa, lo que pasó, no importa y me doy cuenta de que nunca voy a terminar el texto porque ya canalicé, ya encontré un hueco interesante en el que desahogar ese rollo de familia disfuncional que a veces llevo como mochila para los mandados. Y entonces, los demás, pierden un poco el carácter de importantes, incluso, de persona para transformarse en nada, en mis viejos y nada más.
La bomba de mamá, no sé... pero la mía, hoy no va a explotar. Y todo gracias a un mundo imaginario hecho con un portaminas y unos calcos. Ya amo a esos fetos, todavía ni sé qué sexo tienen ni cómo se llaman pero ya son míos, me pertenecen y les pertenezco.
Viernes, 14 hs
Normalmente, nada de esto hubiera sido publicado. Pero quizás a alguien le sirvan mis "terapias" alternativas y sin psicólogo. Quizás, incluso, a mi mamá le servirían... sólo tendría que darse cuenta.
Viernes, 14.10 hs
¡Me fuí a dormir!
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