miércoles, 27 de enero de 2010

COLGADA DE UNA RAMA... ESTOY


Hace un par de días que no me siento a escribir... y no es porque esté en otra o porque no esté pensando en la mudanza, en las clases o en algo, ni porque no tenga qué contar porque les podría contar como fue mi primera vez sobre el skate, la adrenalina de hacer algo que a mi edad parece imposible, las ruedas nuevas que vuelan, la sensación del deseo cumplido, los moretones de mi primer porrazo pero, no sé... estoy colgada.

No termino de adaptarme a vivir de noche, o sea, de noche pareciera que sí pero de día soy una zombie que ya casi no responde a mis características de chica multitarea. Ahora hay muchas cosas que pienso, ideo y realizo de noche. El problema lo tengo con las que sólo se pueden hacer de día como llamar al veterinario de Antú o ir a pedir el trámite de legalización y apostillado de mis títulos. Si empiezo a colgarme con eso, la fecha de irnos me va a caer encima. Y todo lo que hago de noche es relativo porque, de noche, estoy trabajando así que tampoco es que puedo dedicar el tiempo a cualquier, cualquier cosa. Aunque sí hice un par de avances. Por un lado, igual que cada vez que empiezo un curso, pienso en qué cambiarle, cómo mejorarlo, qué necesita el grupo que tengo esta vez que el anterior no (cada grupo tiene necesidades distintas, obviamente) y hay que ir adaptándose sobre la marcha.

Por ejemplo, hoy voy a cambiar la forma de dar la clase de proceso creativo y brainstorming. Siempre fui bastante insistente con este punto. Para hacer eventos distintos y ni hablar para realizar ambientaciones, se necesita la creatividad, el hecho de investigar, almacenar ideas, información, dejarlas descansar en algún hueco del alma y del cerebro y ¡eureka! luego es como si uno se iluminara y pudiera ir detrás de lo que quiere (o en el futuro, detrás de lo que el cliente quiere). Les rompo la cabeza con el hecho de generar ideas, de escribirlas, de romper un poco la estructura, buscar la esencia de las cosas y su razón de ser. Y los lleno de información que va y viene, mis clases nunca son lineales... aunque esté dando un tema, voy y vengo por otros, constantemente. Creo que el propio análisis y la asociación de ideas son vitales, igual que la comunicación con los demás y, sobre todo, la comunicación con uno mismo.

Pero bueno, a lo que iba... el brainstorming, técnica que me parece maravillosa la cual rompe (o debería romper) todos los límites cerebrales. Hasta ahora, lo fui resolviendo en clase de la manera más sencilla, en base a los trabajos que van realizando y con la ayuda de mis alumnos. Pero claro, seguimos estando en el aula, inevitablemente yo sigo siendo la profesora y el miedo a quedar en ridículo y las trabas de no salir del ámbito habitual no ayudan del todo. Así que, para hoy, armé una clase completamente distinta a las anteriores por lo que espero que logremos una real "tormenta de ideas".

Por empezar, voy a crear un clima distinto y más relajado: llevo el equipo de mate, música instrumental y gomitas de colores para todos. Por seguir, llevo fotos de elementos y objetos básicos para que puedan ir viendo uno por vez y determinar para qué cantidad de cosas podrían servir o qué cantidad de cosas se podría hacer con ellos (uno o dos solamente, para no agotarlos). Por ejemplo: ¿Para cuántas cosas se puede usar una huevera? o ¿Cuántas formas puede tener un saquito de té? y dejarlos volar, pasarla bien un rato, matarnos de risa con sus propias ideas sin juzgarlas y que, de ahora en más, se sientan liberados; que sientan que la creatividad es posible y que ellos también pueden generarla.

Es casi como un experimento para mí... y espero que salga bien!

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