EL PORQUÉ DE TODO ESTO...

Como ya se habrán dado cuenta, soy argentina. Nací en Avellaneda (Buenos Aires) hace 32 años y cuando tenía cuatro, mi familia y yo nos mudamos a Mar del Plata. Desde entonces, es donde vivo (foto).
Hace 8 años conocí a Sergio, que en aquel entonces era simplemente Vlado, en un portal de literatura. Gallego, escritor, buen amigo y buen oyente. Así fue que nos hicimos amigos y confidentes, él allá y yo acá, y chateamos día tras día durante cuatro años, nos mandamos mails, tarjetas por correo, regalos. Hasta que yo me puse de novia, él cambió de dirección, yo me casé... Tres años después, me separé y viajé a Europa. Le mandé un mail avisándole que iba a Sevilla, pero nada. Yo nunca retuve el cambio de mail y él nunca recibió mi mensaje. Hasta que, de vuelta en Argentina, lo encontré en el facebook.
No me pregunten como fue posible que nos enamoráramos perdidamente uno del otro estando a 12.000 km de distancia porque, sinceramente, no tengo la respuesta. Pero pasó...
Yo volví a viajar a Europa, esta vez a Galicia, pasé un mes con él y su familia, conocí a todos y cada uno de sus amigos y me volví infinitamente más enamorada de lo que me fui.
Hoy, hace tres meses que estamos juntos en Mar del Plata. Inmensamente felices y juntos, viviendo nuestro propio cuento de hadas.
Al principio, nos costó un poco ponernos de acuerdo sobre en qué país íbamos a vivir. Él votaba por Argentina (sin conocerla siquiera) y yo votaba por España. Nada, que ninguno de los dos quería pedirle tanto al otro. Y supongo que Argentina, si tenés la suerte de conocer a un argentino de clase media (casi media-alta), no se ve tan mal. Mi planteo al respecto fue fácil: si formáramos una familia tendríamos que elegir entre mantenerla como queremos o seguir viajando a Europa (la decisión es obvia), por lo que si nos mudamos acá algún día vamos a dejar de viajar. En cambio, si vivimos allá (el cambio monetario ayuda mucho, por supuesto), podemos venir de viaje todos los años.
Les digo a ustedes lo mismo que le dije a mi familia... yo no puedo pedirle a la persona que amo que se estanque en la Argentina. Yo amo mi país pero tengo que reconocer que es un buen país siempre que estés del lado correcto de la población (y a veces, ni siquiera). Acá la mayoría nos deslomamos la vida entera, día tras día, para sólo lograr lo básico y un gusto. Y realmente creo que nosotros ya estamos acostumbrados a vivir así, a vivir en crisis constante, a no recibir siempre algo a cambio del esfuerzo. Además, es nuestro país, lo aceptamos, lo queremos. ¿Pero cómo hace un europeo para habituarse a eso? ¿para habituarse a que el trabajo no siempre tiene rédito? No, yo no puedo pedirle eso a mi gallego...
En fin... que elegimos España. En teoría nos estamos yendo para allá en abril, más tardar, mayo.
Y así es como nace este blog... por la cantidad de trámites y cosas que tengo que hacer antes de irme. Porque al final, no es tan fácil hacer realidad tus elecciones. Porque, como yo, hay miles de personas en el mismo camino que imagino que tienen tantas dudas como las que a mí me agobian la cabeza. Porque me pareció interesante compartir el proceso. Y porque creo que van a ser interesantes mis primeras experiencias... del otro lado del charco.

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