sábado, 30 de enero de 2010

CITA CON EL VETERINARIO


Ayer fui a ver al veterinario de Antú para empezar a resolver el tema de sus papeles para el viaje y, de paso, intentar sacarme un poco el miedo con su ayuda.

Estuvo bien, él fue claro y se explayó bastante y yo me saqué todas las dudas cual madre primeriza.

No es tan complicado como parece, aunque imagino que va a ser costoso.

Los pasos son los siguientes:

1) Chequear todas las vacunas de Antú y revacunar.

2) Colocarle el chip para la Unión Europea (en Mar del Plata hay una única veterinaria que lo hace).

3) Comprar el canil correspondiente: uno en el que tenga espacio suficiente como para moverse y que sea liviano por el tema del peso.

4) Certificado de buena salud extendido por su veterinario.

5) Autentificar ese certificado en el SENASA, el organismo gubernamental (en Argentina) responsable de garantizar y certificar la sanidad agropecuaria, pesquera y forestal... y también, de todos los animalitos :P (El tiempo límite para realizar el viaje, luego de la aprobación del SENASA, son diez días).

6) Darle al perro 3 gotitas sedantes, antes del vuelo, que sólo lo relajarán y tranquilizarán por 6 o 7 horas.


Tengo dos meses para organizarlo todo. Ya fui acomodándolo en mi agenda.


Dudas comunes:

¿Cómo se va a sentir el perro con tanto movimiento extraño?
El veterinario dijo que cabría la posibilidad de problemas graves si el perro fuera un cachorro ya que podría no soportar el estrés de la misma manera que un perro adulto pero que, siendo adulto, sólo se agotará igual que una persona cuando realiza un viaje de 12 horas.

¿Será un problema que sólo esté sedado las primeras 6-7 horas?
Según el veterinario es bastante tiempo y libra al perro de, por lo menos, sufrir la mitad del viaje.

¿Puede tener consecuencias el hecho de sedarlo?
Si se utiliza un sedante acorde a las características, edad y tamaño del perro, no tiene consecuencia alguna.

Ya empezaré poco a poco el papeleo y les seguiré contando.
Saludos llenos de mar, mis lectores silenciosos :P

2 comentarios:

  1. hola!!! soy claudia, si!!si!!es cierto, yo soy una lectora silenciosa que recien se engancha con tu maravilloso blog... escribis y te expresas como yo, contas las cosas claramente y no te callas nada, parece que te conociera de toda la vida y sos maravillosamente divertida original y amorosa !!! acabo de mandarte un correo pidiendote consejo por el tema de viajar a italia pasando por españa apenas un par de hs de espera por el aeropuerto de madrid,bueno te enteráras en el espacio que corresponde ahora estoy intrigada con todos los pasos que debés hacer para llevar a antu con vos,que lindo que es!!!!jajaja, yo tengo a mi chihuhuita "tita" pero creo que con todo lo que vos estás haciendo, la mia quedará con mi media naranja para hacerle compañia... es precioso tu blog!! me alegró muchisimo encontrarte!!! un beso!!!!

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  2. Hola Claudia!

    Te agradezco mucho tus palabras y que te haga ilusión haber dado con mi blog! Hay algo gracioso en los que tenemos perros a los que amamos, porque es como si ese cariño nos uniera en algún punto en especial... Por supuesto, yo me traje a Antú porque ya no volvía y, a pesar de que pensé muy seriamente en no hacerlo pasar por un viaje tan largo, la verdad es que no podríamos vivir sin él. Pero por unas simples vacaciones ya no me animaría... aunque te lo devuelvan sano y salvo, comidito y con sus necesidades hechas, yo creo que es traumático para ellos porque, en definitiva, no saben que está pasando, no saben si te van a volver a ver, no saben nada. Y uno se pasa el viaje preocupado porque no sabes cómo está, cómo lo tratarán, qué se yo. Los gajes de querer a un perro como a un miembro más de la familia. =)

    En fin, cualquier cosa que necesites... ya sabes :)
    Abrazo,
    Cat

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